La promesa...

A veces contar un sueño puede ser reconfortante porque cuando este toca tierra puede traspasar la dimensión espumosa del subconsciente y materializarse en una historia capaz de ser guardada en la memoria. La mayoría de los sueños se esfuman o se olvidan...pero otros para bien o para mal, están destinados a quedarse para siempre.

El Sueño:

Estaba viajando en un  ómnibus, al llegar a uno de los paraderos, la actitud de una mujer me llamo la atención.  Esta mujer miraba insistentemente  por la ventana tratando de ubicar a alguien. ¡Mi hijo va a subir en este paradero, pero no lo veo! La vi muy angustiada y le dije: Tranquila, lo voy a buscar....En ese momento baje y encontré un niño  que se encontraba de pie en el paradero. El traía puesto un polo blanco con rayas grises y un short gris oscuro. Tome al niño de la mano y gire hacia el ómnibus. Con sorpresa, vi el ómnibus repleto, con personas colgando en el estribo. Tuve el impulso de subir pero el niño me detuvo. Horrorizada vi como partía el ómnibus, gire y mire al niño...Él se mantuvo tranquilo e inexpresivo. Le pregunte ¿Dónde vives? ¿Cuál es tu colegio? El niño señalo con su dedo... a pocos pasos había un centro educativo. Pensé que allí podría dejarlo a buen recaudo. Entramos, había un pasadizo largo, muchas aulas y puertas pero no pude encontrar a nadie. Salimos pensando que tal vez podía encontrar a la madre en el paradero. Y la vi. Allí estaba ella caminando hacia mí...La Reconocí rápidamente, su rostro delgado y cejas pobladas eran inconfundibles. Ella estaba sonriendo...mi mirada se deslizo y vi con horror que ella tenía un niño en su mano.  ¿Pero este no es tu hijo?. ¡No! –Me dijo– Mientras se alejaba. ¿Entonces quién era este niño? ¿El también esperaba a su madre y yo lo he movido de su sitio? Lo mire confundida, muchas cosas pasaron por mi mente. Incline hasta quedarme a su mismo nivel y le dije: ¿Dónde vives? Volteo y señalo un pequeño  cerro lleno de casitas. ¿Conoces cómo llegar? Movió la cabeza afirmativamente. Observé las casas estaban tan juntas que era imposible subir en taxi. Pensé que tendría que ir caminando o tomar las temibles mototaxis que por allí pasaban. Tomaría una mototaxi a pesar de mi temor a ellas. Tenía que llevar a ese niño a su casa. ¡Yo lo moví de su sitio! Él tenía que estar en ese lugar y yo rompí su ciclo, lo aleje…me sentía culpable. En mi mente la única manera de corregir ese error era llevarlo a su casa sano y salvo. Le sujete de la mano fuerte mente y cuando estaba a punto de dar un paso, ¡Rinngggg! vi cómo me desvanecía  mis músculos y articulaciones se convirtieron en un material gaseoso... El niño me miro, pude ver claramente su mano extendida dirigida hacia mí. En micro segundos una profunda tristeza  invadió mi corazón...lo abandonaba, prometí llevarlo a su casa y lo abandonaba. rinnggggg...El timbre de mi casa me había despertado. Después de atender rápidamente al importuno visitante, trate de regresar a mi sueño coger nuevamente esa mano y cumplir mi promesa. Pero no pude.

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