¡¡¡¡Che Bilardo!!!!

(fotografía tomada de Internet)

El es Federico Sullcahuaman López, más conocido en el mundo soyerino como Che Bilardo. Fue profesor de arte del colegio Gral. Emilio Soyer cabero. Aun lo puedo recordar tocando el emblemático cóndor pasa  en  la quena de pvc, que el mismo nos enseño a construir.

Arte, Obviamente era mi clase favorita. Al profe le gustaba la pureza del color y la abundancia, era gracioso ver la cara de los compañeros, cuando vaciaba casi todo el integro de sus temperas en un paisaje.

No sobresalí mucho en este curso, al menos como lo deseaba, había alumnos que tenían un talento innato para el dibujo y la pintura.  Mientras ellos realizaban su dibujo en unos cuantos segundos, yo necesitaba mucho más que eso.  Más borrador, tiempo y papel.
 No se confundan,  si obtenía buenas calificaciones,  era porque le dedicaba horas y horas para obtener el acabado deseado. No era buena dibujando, pero me apasionaba dibujar.
 Historia se convirtió en mi segundo curso favorito, ya que este me daba la excusa que necesitaba para usar mi grafito… no pegaba laminas, dibujaba, a veces me entusiasmaba mucho y los personajes perdían el parecido. Pero no importaba, recuerdo a la profesora de historia (apodada la jirafa) diciendo: ¿A quién has dibujado? ¿A tu abuelito? Jajaja jajaja…
Cuando estaba en 5to año el profesor Sullcahuaman, pidió que construyéramos un lienzo y pintáramos un tema libre. Creo que recalco que tenía que ser algo original, al menos eso es lo que yo recuerdo.
Construir el lienzo fue fácil. Pero, yo  no era buena para los temas libres. El blanco lienzo pronto quedo lleno de borrones. Primero dibuje una cholita con un niño en brazos, otro borrón, y otro y otro.
Dibuje dos personajes inspirados en unos maniquíes para pelucas. Lo demás fue saliendo según me sugirió el círculo cromático. Boca roja, piel verde .Así de básica fue mi selección del color
El día de la entrega llegue  con mi pintura tapada con papel periódico, cuando vi la presentación de mis compañeros supe que había cometido un error, ¿Qué había entendido yo por tema libre y original? Hubo cuadros abstractos, indigenistas, paisajes, retratos muy realistas. Nada como lo mío.  Me acobarde y pensé en no entregar.
¿Nadie más? Preguntó el profesor, no se olviden que los que presentan  mañana se le bajaran dos puntos ….
Eso me trajo a la realidad. Era el momento de presentar mi tarea, abrí el paquete, los murmullos comenzaron a aflorar y las risitas nacían a mis espaldas.

Le enseñe el cuadro  al profesor .
¿Lo copiaste? Me pregunto mirándome a los ojos y señalándome con el lapicero.
 No, le dije.
hummmmm. Lo miro detenidamente y dijo:
Por lo original te pongo 20….¿Alguien más?
Me quede con la boca abierta ¿Qué me abra querido decir? ¿Mi técnica y combinación  de color es malísima?¿Pero, soy original?
Regrese a mi asiento,  los alumnos comenzaron  a amontonarse en torno al cuadro, las risas subieron su tono  jajajaja… hasta que alguien dijo ¡Adán y Eva del planeta Marte…..!, si, si, repitieron en coro.
Estaba tratando de tapar mi pintura, cuando el profesor dijo: No se lleven sus cuadros. Todos van a ser expuestos en las paredes del colegio el día…… ¿Qué, nadie me había dicho eso? ¿Una exposición?

No recuerdo en qué momento me quitaron el cuadro de las manos.

Llego el día.  Inicie mi peregrinación por todos los muros del colegio, buscando mi trabajo, debo reconocer que  habían cuadros muy buenos, excelentes. De pronto, me llamo la atención un grupo de alumnos que parloteaban alegremente junto a un cuadro, me acerque  y horrorizada vi que era el mío.
Me quede allí, con ganas de arrancar el cuadro de la pared y llevármelo a mi casa, los alumnos seguían allí amontonados y haciendo chistes.
 Yo estaba verde,casi al borde del vómito. En eso, el profesor  sulkahuaman  paso por mi lado y me dijo “No te preocupes, cuando un cuadro logra capturar la atención del público, es señal que va por buen camino.”

¿Qué fue de tu vida...?

Uno
Cuando estaba por comenzar el 6to año en Bellas Artes, una revisión de rutina detecto un tumor en la hipófisis. El doctor me explico gráficamente el asunto."La hipófisis queda más o menos hummm..Imagina una manzana., córtala por la mitad ¿Ves la semilla? ¡Allí esta la hipófisis...! Y sonrió orgulloso de su explicación. Luego me enseño una tomografía y me dijo; Tienes algo aquí del tamaño de un limón, por ahora, no sabemos si en realidad es un tumor o un aneurisma. Pero igual tenemos  que operarte lo más pronto posible.


Lo que no le pregunte al doctor fue ¿Cómo llegarían a esa parte de mi cabeza? Confundida,  regrese a casa con la cabeza llena de manzanas y limones, tratando de entender lo que me estaba ocurriendo. Solo se que desde ese día  la visión del futuro se torno algo borrosa.
Después los exámenes de rigor y las interconsultas, descartaron el aneurisma.

Dos
Me detuve un momento a ver mi imagen en el espejo, ya no había marcha atrás, en breves momentos entraría la técnica de enfermería a rasurarme el cabello.
¿No puede dejar algo? ¿Tiene que sacarlo todo? le pregunte tratando de romper el hielo. Sí, todo...  respondió con tal frialdad que me dejo algo incomoda.
Esa cabellera era para mí, algo más que pelo. Eran parte de mi esencia, fuerza, mi yo interno hecho materia. ¡Quería conservarlo! Para ello lo dividí en 14 ajustadas trenzas.
¿Estás lista? me dijo mientras señalaba la silla que ella había traído para la ocasión.
 No. Nunca estaré lista... pensaba mientras tomaba asiento. Ella cortó una a una las trenzas, se notaba que para ella, esto solo era parte de su rutina, ya que no mostró piedad alguna. Una vez terminada la mutilación, dejo sus tijeras y saco una máquina de afeitar de su mandil.
 Nuevamente comenzó su tarea. Después de un rato la máquina de afeitar había perdido su filo, lo supe por el dolor que me causaba la raspadura. ¡Tienes mucho cabello!...me dijo mientras resoplaba. Yo estaba en shock, solo me quede en silencio, acariciando el cabello que reposaba inerte sobre mis rodillas.



Tres
Ya estaba todo listo. Allí estaba la puerta de la sala de operaciones, estaba asustada, existía la posibilidad que no despertara, eso me inquietaba un poco...
¡¡Que digo!! Eso me tenia  a l u c i n a d a !!!!

Ingrese.  ¿Cómo te llamas? ¿Dónde vives?. Cuenta hasta 20,  1, 2, 3, 4, 5
Y... ya no recuerdo mas.

Después de la oscuridad surgió la luz…lo primero que vi, fue una cara conocida ¿sabes quien soy? ¡Rayos, no se tu nombre!…¡Eres la enfermera!!!
Ella me miro a los ojos y dijo; OK, Esta bien...

Habia sobrevivido.

 Pase un tiempo convaleciente, quede débil física y psicológicamente. Además  no hay que olvidar que también quede calva..jejejejeje

Aquí debo agregar que prohibí a mis amigos de la Escuela que fueran a verme, no quería que me vieran así, pero algunos ignoraron mi petición, no voy a olvidar cuando asustados asomaron sus caras en el cuarto, por la expresión de sus rostros comprendí que mi aspecto era ... trate de sonreír,para aliviar un poco la escena, me di cuenta que traían en sus manos un  peluche.

Luz al final del túnel

Debo reconocer que después de la operación, algo cambio, este acontecimiento unió lazos y destruyo otros. Además,  me acerco hacia ese otro mundo, ese mundo donde yo no tenía la necesidad de ser especial, donde puedes ser anónimamente normal. Simple.

Cuando me recupere ya no me quedaron ganas de regresar .....vire el timón de mi barco hacia otras aguas y rediseñe mi vida. Estudie diseño de interiores en Sencico. Lo que aprendí en la escuela me facilito la vida allí  y saque muy buenas calificaciones. Obtuve una beca completa, lo que me hizo ser colaboradora en la biblioteca. Conocí el Internet.

¡Loca, YO, que va!

Después que salí del colegio, debo reconocer que no tenía una identidad, es decir esa identidad que expresamos cuando nos vestimos y nos mostramos en público. En el colegio, el uniforme y el buzo de ley cubrían esa necesidad. Además, esas prendas también me auxiliaban en las ocasionales salidas al mundo exterior, como por ejemplo hacer trabajos en grupo o alguna salida extracurricular.
Pero cuando el colegio termino, se acabo el uniforme, se acabo el buzo, y surgió la pregunta ¿Y...Ahora que me pongo?
Estaba en aprietos, la moda no fue algo que cultive en mi closet, y... de la noche a la mañana no iba a brotar trapos acordes con mí ser. Así que solo me deje llevar  y me puse lo primero que encontré. Aun recuerdo ese día, un  polo amarillo con una mariposa en el lado del corazón, una falda tableada de color crema y unas zapatillas rosadas. Parecía salida de una película de los 70.
Bueno, ese fue mi primer día, después solo me quedo mimetizarme con lo primero que se me puso al frente.
He pasado por varias metamorfosis desde las zapatillas rosadas hasta unas botas tipo ejército, desde una gran falda naranja, hasta los jeans teñidos de amarillo patito, desde el hippie, hasta punk y al final la mescla de las dos. La cereza del pastel era sin duda mi cabello largo y despeinado, muy común en mí en todas mis etapas.
Y así caminaba yo, muy oronda  por el centro de Lima, sin preocuparme de lo que opinen los demás, cada paso, cada mirada extraña, me hacía  más poderosa y fuerte.
Por ese tiempo yo estaba en la etapa de hacerme mi propia ropa, desde las sandalias de cuero, la blusa teñida en batik, hasta el rediseñado del jean roto y desgastado.
Pero siempre algo sucede, algo que cambia el sentido de las cosas… algo que  te mueve el piso y te obliga a virar a 360 grados.
Ese algo me pasó un día que caminaba  por Jirón Huallaga rumbo a la av. Abancay. Sí, yo iba con una tenida de ropa rediseñada por mi  y las infaltables mechas revueltas, caminaba algo distraída repasando para mis adentros unos soliloquios pendientes del día anterior, no me percate, que de mi lado de la  vereda, venia una loca, sucia, cubierta de plásticos, papeles y algunos objetos irreconocibles, cuando me di cuenta era demasiado tarde para esquivarla, la tenía casi al frente de mi, yo detuve mi paso, ya que ella se quedo parada mirándome meticulosamente por algunos segundos, que por cierto para mi fueron demasiados , de pronto ella esbozo una sonrisa y sin quitarme la mirada de encima  me grito "LOCA"
Si, y con mayúsculas, yo me quede fría, pegada al piso, estaba acostumbrada que la gente común me diga cosas, pero que una loca, me diga LOCA era un asunto grave.


¡Loca, YO, que va!

Después de esa experiencia, los locos me parecen peligrosamente interesantes. Aquí les muestro algunas tomas que pude sacar siempre con un teleobjetivo de gran alcance...por las dudas, no vaya a ser que tengan algo mas que decirme....


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