Poder zombi

Las horas pasan volando, son las 6.08 pm, es jueves 23 de septiembre, la primavera ha llegado y no sé porque aun recuerdo el concurso de poesía de mi colegio.
Ese concurso...donde solo los alumnos destacados participaban y desde ya, sabias más o menos quien sería el ganador.
Todos los salones enviaban un representante, pero ese luminoso día de septiembre, el representante de mi salón falto. El tutor pasó de salón en salón llamando a los alumnos que participarían, " El concurso de poesía se realizara en el salón del 5to año "A" en 15 minutos" y como era de esperarse todos se miraron las caras, encogieron los hombros y siguieron metidos en sus asuntos.

Yo... no sé como sucedió, ese día estaba muy depre, casi agonizando, ¿porque? cosas de adolescente, creo....solo recuerdo que estaba allí, como zombi, levantándome de mi asiento, con un lapicero y un papel en la mano, así... sin decir nada a nadie me dirigí hacia el 5to "A".
Ingrese al salón y me senté. De reojo pude ver a los chancones de siempre, con esa mirada tan segura que los caracterizaba, además pude ver que muchos de ellos ya traían un borrador escrito.
Me acobarde, es decir, me abandono el poder zombi, estuve a punto de salir corriendo, pero la llegada del profesor de literatura, frustro mi huida, el detuvo su mirada en mí, me miro algo sorprendido, mientras fruncía una ceja, y esbozaba una sonrisa fingida, seguramente se preguntaba que hacía yo allí, no era la clase de alumna que él esperaba encontrar sentada en esa silla.
Rápidamente le quite la mirada de encima y me hundí en mi asiento, en ese momento la nube que cubría mi cabeza empezaba a romper en rayos y truenos.
¡Bueno chicos! dijo mirando su reloj, tienen una hora y ya saben el tema es la primavera....
De pronto, comencé a sudar frió, poco a poco, todo a mi alrededor desapareció, allí estaba yo, sola, preguntándole a mi hoja rayada ¿Que hago aquí?
¿Qué le podría escribir yo a la primavera?, los pajarillos y las flores no habían aparecido en mi vida y además no tenía que estarle agradecida en nada.
Yo estaba depre y lo que menos me importaba era la primavera...además, esa loca jamás había tocado mi puerta.
Me imaginaba a los demás escribiendo...primavera linda hermosa...bla,bla,bla.
El profesor ingreso nuevamente al salón...Chicos me olvidaba...no pongan sus nombres, solo coloquen un seudónimo, me reí para mis adentros,¿ Podía escribir todo esta cosa que llevo dentro y nunca sabrán quien lo escribió, volví a sonreír en silencio, me recosté sobre la carpeta y comencé a llenar la hoja de borrones y faltas ortográficas, debo decir que no tuve reparos.

No recuerdo muy bien lo que escribí, pero fue algo muy dark. Respete el tema, eso sí, lo titule "La señora primavera".

El último paso fue el seudónimo, no lo pensé mucho, tuve la gran idea de colocar el sobrenombre que tenía en casa, un sobrenombre que odiaba y además era un secreto. Nadie conocía ese apodo y nadie lo sabrá, pensé.
Además, ni leerán lo que aquí he escrito…Dije para mis adentros, mientras miraba la hoja llena de tachones y manchas provocadas por el sudor que afloraba de mis manos. Pobre hoja, acabo echa un asco, tanto que me dio vergüenza entregarla.
Un tanto aliviada regrese al salón de clases y termine el día sumergida entre la rutina muy propia de esos días.
Llego el día de la actuación central de la primavera, el programa era prolongado, siempre comenzaba con un aburrido discurso, la infaltable marinera y las osadas parodias musicales, etc.
Allí estaba yo, al final de la fila, en pleno sol, rogando que acabara este suplicio pronto. Hasta que anunciaron los premios del concurso de poesía, primaria subió a recibir sus premios, llego el momento de secundaria, primer premio una chica del "B" la verdad esto me extraño mucho, pero fue gracioso ver al el chanconcito del "A" prácticamente verde de la envidia,..El sol quemaba y yo quería que terminara ya. ¡Suban de una vez a recibir sus malditas diplomas, rayos!!!!
Segundo premio: seudónimo "ita" titulo del poema "La señora primavera" Ahora la que estaba verde era yo, de nuevo ese poder zombi, se apodero de mí y mis pies comenzaron a moverse, bajo la atenta mirada de cientos de asombrados ojos. Este no era el plan, quise poner resistencia, pero mis malditos pies ya me habían llevado sobre el escenario, ese poder zombi hasta me hizo sonreír para la foto, recuerdo muy bien cuando bajaba los escalones del escenario, pensaba... "me dijeron ita". Alcance a oír al profesor de literatura decir: "Posteriormente publicaremos en el periódico mural los poemas ganadores"
Regrese a mi fila roja como un tomate y ya no escuche nada más.
Los tres meses siguientes, casi no salí del aula, y mi mirada ni siquiera se asomo hacia el periódico mural.

Para colmo de males en la ceremonia de clausura del año escolar,  volvi ha revivir este inmerecido suplicio.

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